Para los protestantes poder justificar el origen y razón de ser de la reforma protestante con la que, según ellos, Dios ha pretendido levantar y dar a conocer el Evangelio por tanto tiempo olvidado, se han inventado el que la Iglesia Primitiva, la Iglesia que Cristo fundó, se corrompió y adulteró la doctrina apartándose así de la verdad; luego les es necesario y vital desarrollar una doctrina que explique tal acontecimiento que contradice, a todas luces, la Biblia y, en consecuencia, las promesas de Cristo. Y así, se han inventado una doctrina que se ajusta a la perfección a su visión errada de lo que es la Iglesia de Cristo: La Iglesia Invisible.
¿Donde en la Biblia se enseña lo de la iglesia invisible?
Ante la pregunta es muy probable que utilicen el texto de 1Pedro 2, 4-5: "Acercándoos a él, piedra viva, desechada por los hombres, pero elegida, preciosa ante Dios, también vosotros, cual piedras vivas, entrad en la construcción de un edificio espiritual, para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, aceptos a Dios por medio de Jesucristo."
Colosenses 3, 1-4: "Así, pues, si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Aspirad a las cosas de arriba, no a las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está oculta con Cristo en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida vuestra, entonces también vosotros apareceréis gloriosos con él."
El sentido espiritual de los fieles creyentes no indica que la Iglesia sea invisible, pues ellos, los fieles, son la Iglesia. Luego nosotros que construimos la casa de Dios estamos llamados a vivir, no una vida según el mundro, sino según el Espíritu. Este es el sentido de la enseñanza de Pedro y Pablo, que nuestros actos de piedad estén conforme a un sacerdocio santo y agradable a Dios.
«Bueno, todo eso podrá ser cierto, pero Cristo dijo que donde dos o tres se reúnan en mi Nombre allí estoy Yo (Mateo 18). Por lo tanto, si habemos varios cristianos, independientemente de la denominación cristiana que pertenezca cada cual, si nos unimos en oración sincera en nombre de Cristo, allí estará su Iglesia. ¿O vas a negar que Cristo en esto no cumple su promesa?»
Es un punto muy fuerte y hay que reconocer su validez, pero ello sólo me indica el infinito amor de Dios para con todos sus hijos a quienes quiere revelarse en la plenitud de la verdad, tal y como lo vemos manifestado en la Biblia. Luego aunque hayan cristianos de diversas denominaciones unidos en oración ello no indica que esa sea su Iglesia. Puesto que la verdadera y única Iglesia de Jesucristo es una en cuerpo, apostolado y doctrina, tal y como se enseña en la Biblia.
Ahora bien, en otra parte es el mismo Cristo quien nos deja ver el verdadero sentido de esa promesa al asegurarnos que, él posee unas obejas (creyentes suyos) que no pertenecen a su redil (es decir, que no forman parte de su Iglesia), a ellas él las llámará para que pertenezcan a su Iglesia, y así habrá un solo rebaño bajo un solo pastor (Juan 10, 14-16).
Por tal motivo, esa promesa de Cristo no la puedo utilizar para mantenerme al margen de la verdad total, puesto que si realmente me considero cristiano y auténtico seguidor de Cristo, tengo que aceptar toda la verdad aunque ello me duela. Y la verdad es que el deseo de Cristo es que nos unamos en oración, bajo una misma y única Iglesia. Esta es una gran verdad bíblica que está tan bien argumentada y clara en el Nuevo Testamento, que cerrarse a esta realidad y verdad, es cerrarse a la acción y voluntad del Espíritu Santo.
Otro dato interesante es cuando Jesús ora al Padre por la unidad de los que van a creer en él (Juan 17): "Padre que todos sean uno, como tú y yo somos uno, para que el mundo crea que tú me has enviado". ¿Qué es lo que Jesús pide al Padre? Que para que el mundo crea en él, tiene que ver que están unidos; pero, como aseguran los protestantes, si esa unidad es meramente espiritual, ¿cómo el mundo podrá ver que realmente están unidos? Luego si el mundo necesita ver que los que creen en Cristo están unidos, esa unidad debe ser visible.
Signos de la Iglesia visible.
La Iglesia que Cristo fundó tiene que ser visible por muchas y fundamentales razones. Veamos.
1. Universalidad de la Iglesia de Cristo
Si la Iglesia debe predicar el Evangelio por todo el mundo (Mateo 28, 18-20; Marcos 16, 15; Hechos 1, 8) y en la verdad total, ella debe ser visible para poder ser fácilmente identificable.
2. Constitución de la Iglesia de Cristo
+¿Por quién Cristo derramó su sangre y murió en la cruz? --Por la humanidad.
+¿Quiénes componen la humanidad? --Todos los hombres y mujeres de carne y hueso; entes o seres materiales y visibles.
--Luego la Iglesia que Cristo fundó y que adquirió a precio de sangre está constituida por todos aquellos (hombres y mujeres) que a Ella ingresan para ser sanados y liberados del pecado y la muerte conformando, en la nueva y definitiva Alianza, el único Pueblo de Dios. Luego la Iglesia es una sociedad visible con identidad propia llamada a instaurar el Reino de Dios en el mundo.
3. Sal y luz del mundo
La Iglesia es como la sal que da sabor de evangelio y luz que irradia la Gloria de Dios y señala el camino de la salvación a todo hombre y mujer del mundo entero. Luego tine que ser visible para poder cumplir con dicha misión.
Mateo 5, 13-16:
a. "Ustedes son la sal de la tierra. Y si la sal se vuelve desabrida, ¿con qué se le puede devolver el sabor? Ya no sirve para nada sino para echarla a la basura o para que la pise la gente.
b. Ustedes son luz para el mundo.
c. No se puede esconder una ciudad edificada sobre un cerro.
d. No se enciende una lámpara para esconderla en un tiesto, sino para ponerla en un candelero a fin de que alumbre a todos los de la casa.
e. Así, pues, debe brillar su luz ante los hombres, para que vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre de ustedes que está en los Cielos".
Mateo 13, 31-32: "El reino de los cielos se parece a una semilla de mostaza que un hombre toma y siembra en su campo. Es más pequeña que las demás semillas; pero, cuando crece es más alta que otras hortalizas; se hace un árbol, vienen los pájaros y anidan en sus ramas".
¿Cómo una institución invisible puede ser sal y luz si no puede ser vista para que a ella ingresen todos los que así lo quieran?
4. La jerarquía como signo visible de la Iglesia de Jesucristo
El hecho de que Cristo se haya escogido doce hombres de entre una multitud de discípulos, es indicio claro de que Él sí quiso una jerarquía. ¿Con qué fin y propósito?
a. Para conservar y asegurar la unidad de la Iglesia y evitar así las divisiones internas, como ha sucedido con el protestantismo y las iglesias ortodoxas. (Ver Hechos 20, 28-31).
b. Para dar estabilidad y seguridad de que la fe conservará su unidad y veracidad.
c. Asegurar que la Iglesia por él fundada pueda ser fácilmente identificada por quienes sinceramente buscan la verdad.
d. Para que sea una institución visible y fácilmente reconocida.
5. La Iglesia únicamente invisible...
...contradice el verdadero sentido de unidad establecido en la Biblia (cuerpo, apostolado y doctrina),
...es signo de división y confusión,
...es contraria a la verdad y no deja que se manifieste en toda su plenitud,
...es contraria a la voluntad de Dios manifestada en la Biblia que quiere que todos conozcamos la verdad total.
...es una trampa para quienes no quieren admitir y aceptar la verdad de la Iglesia fundada por Jesucristo hacen dos mil años.
IV. Ninguna de las tres tienen fundamentos bíblicos
Afirmación protestante: "Si no está en la Biblia, no es verdad. Tiene que estar en la Biblia para que sea cierto.”
Como hemos visto ninguno de estos tres dogmas del protestantismo (sola la fe, sola la Escritura y la Iglesia invisible) se fundamentan en la Sagrada Escritura, todo lo contrario, la Biblia contradice y condena toda teología basada en estos tres principios. Por consiguiente, el protestantismo construido con estas tres columnas de barro y sobre arena no puede sostenerse en pie, por lo que todo lo que él es se derrumba y se viene estrepitosamente abajo. Por lo que el protestantismo (y las sectas o congregaciones fundadas por los hombres) no es obra de Dios. No puede ser obra de Dios, pues Dios es Dios de orden y quiere que todos los hombres lleguen al conocimiento de la verdad. Y la verdad es una y única. (Ver Efesio 4, 1-16).
Resumiendo:
Sólo la fe
1. La doctrina de sola fide (sólo la fe) no es bíblica. "Sola fide" es el grito revolucionario contra la Iglesia que Cristo fundó.
2. Ni San Pablo (y ningún autor bíblico) ni Jesucristo enseñó lo de sólo la fe.
3. Lo que sí San Pablo hizo fue oponer la fe en Jesucristo contra las obras de la ley del Antiguo Testamento (circuncisión, fiestas, sacrificios de animales...), sombras todas ellas de lo que había de venir.
4. Lo que sí Jesucristo enseñó, más que confesar su señorío, fue el de cumplir las obras de su Padre ("no todo el que diga Señor, Señor -confesión de fe- entrará en el cielo, sino el que haga -obras de caridad y vivencia y testimonio de la fe- la voluntad de mi Padre") y el ejercicio de las buenas obras ("todo lo que hicieron a uno de estos, a mí me lo hicieron").
5. Lo que sí la Biblia enseña es que, la fe sin las buenas obras está muerta (Santiago 2, 14-26), como campana que suena, hueca y vacía (1Corintios 13).
6. Que la fe en Jesucristo debe manifestarse con la práctica de las buenas obras.
7. Que en el juicio final, las obras (buenas o malas) definirán nuestro destino eterno, por consiguiente, mi salvación dependerá de las buenas obras que, por fe y en gracia, haya practicado.
8. Por consiguiente, la enseñanza bíblica es, la fe que actúa con y por amor con la gracia de Cristo, tal y como lo enseña la Iglesia Católica.
9. Por lo tanto, la doctrina de sólo la fe es doctrina de hombres, no de Dios.
10. Por consiguiente, si el protestantismo se fundamenta en una doctrina de hombres, ¿cómo pueden asegurar que es obra de Dios y sus interpretaciones bíblicas ser correctas? NO pueden.
Sólo la Biblia
1. La doctrina de sola scriptura (sólo por las Escrituras) no es bíblica.
2. Jesucristo no mandó a sus apóstoles y discípulos a escribir nada, sino a anunciar el Evangelio. Si Dios hubiese querido que la totalidad de su verdad revelada estuviera contenida en un libro, hubiera mandado a sus apóstoles y discípulos a escribir.
*La Iglesia Católica, en el Catecismo, enseña que todo lo que está en la Biblia como mensaje de salvación, es verdad, pero que no toda la verdad revelada está escrita.
3. Aunque la Biblia es Palabra de Dios escrita, no puede contener la plenitud o totalidad de la verdad revelada, puesto que la palabra de Dios, que es el Verbo, estaría limitada, encajonada y expuesta a la manipulación de los hombres, como de hecho ha sucedido. El problema del protestantismo o cualquier grupo o individuo que cree en sólo la Biblia, es que cada vez que leen o escuchan "palabra de Dios" se refiere a lo solamente escrito, como si el Verbo, la Palabra de Dios vivo, estuviese encajonado a un libro. Lo que sí enseña la Biblia es que, la verdad total revelada está custodiada por la Iglesia que Cristo fundó, pues ella es, como bien enseña San Pablo, su base y fundamento (1Timoteo 3, 15).
4. La autoridad de la Biblia no puede proceder de ella misma (círculo vicioso), sino de la comunidad que la escribió por inspiración divina (los judíos en cuanto al Antiguo Testamento y la comunidad cristiana o Iglesia en cuanto a ambos Testamentos). Lo que sí enseña la Biblia es que, la Iglesia fundada por Jesucristo, es la única encargada de dar a conocer la sabiduría de Dios escondida en Cristo desde la eternidad (Efesios 3, 8-11).
5. La Biblia condena la teoría protestante de la libre interpretación de la Biblia (2Pedro 1, 20; 3, 15-16), por consiguiente, toda interpretación personal de la Escritura (como hacen los que creen en sólo la Biblia) queda totalmente desautorizada según esta misma Biblia. Luego, ¿cómo pueden asegurar que su interpretación es correcta? Si no son infalibles, es decir que se equivocan, ninguna interpretación así es defendible. Sólo la Iglesia fundada por Jesucristo posee el don de la infalibilidad por la autoridad y el ministerio recibido de Dios (1Timoteo 3, 15; Efesios 3, 8-11), que se ejerce gracias a la acción y presencia del Espíritu Santo, según las promesas de Cristo (Juan 14 , 25-26; 16, 12-13). Y esta presencia permanente del Espíritu Santo en la Iglesia se da gracias a la presencia permanente de Cristo, todos los días hasta el fin del mundo (Mateo 28, 20).
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